domingo, 25 de septiembre de 2016

Cómo Ingress cambia tu vida

Aporte de @BlueBlueEyes modificando lo publicado en http://www.xatakandroid.com/juegos-android/ingress-como-un-juego-de-realidad-virtual-te-cambia-la-vida 

Poca gente de nuestro entorno conocerá y entenderá Ingress. Jugar te enfrenta a preguntas extrañas, como por ejemplo por qué queremos acercarnos tanto a ese edificio, si desde aquí se ve mejor. Y desde luego para verlo hay que mirar arriba, no a la pantalla. Tampoco hace falta que estemos quince minutos en la zona, que hay más cosas que ver.

Estas son algunas cosas que, más tarde o más temprano, te pasarán si juegas a Ingress:

  • Cambiarás de ruta para ir al trabajo, para visitar un par de portales que hay de camino.
  • Caminarás más de lo que lo hacías, ya que hay portales muy juntos a los que no tiene sentido ir en coche.
  • Dejarás un momento el coche en segunda fila para estar más cerca de un portal y recoger objetos.
  • Visitarás el típico monumento de tu ciudad al que siempre has querido ir pero no lo hiciste, porque allí hay un portal.
  • Volverás cada cierto tiempo a ese monumento al que hasta ahora nunca habías ido.
  • Colaborarás en misiones con una madre de familia, un trompetista y un aficionado a las maquetas de aviones, grupo que de cualquier otra forma jamás habría encontrado tema de conversación.
  • Vendrá algún amigo de visita turística y tú encantado de volver otra vez a ese monumento con la excusa de acompañarle, tercera vez este mes.
  • Te pararás en mitad de las mesas de la terraza de un bar, porque justo allí hay un resonador enemigo que quieres destruir, mientras la familia que cena al lado piensa “qué hace el colgado este…”
  • Irás más al centro, que hay gran concentración de portales y mucho movimiento.
  • Usarás más el transporte público, porque en el centro no hay donde dejar el coche.
  • Darás las gracias a un turista belga que ha tumbado un par de portales enemigos, en lugar de estar disfrutando de las vistas.
  • Charlarás con el belga y quedarás en que sí, que si visitas Brujas os tomaréis unas cervezas.
  • Te plantearás si saltar la valla del parque después del cierre, por aquello de terminar completar el field que empezaste esta mañana.
  • Pensarás que el dato más importante de las características de un móvil no es el procesador o la resolución, sino los miliamperios de la batería.
  • Buscarás baterías y cargadores portátiles de batería para tu smartphone.
  • Visitarás más iglesias que el papa, casi todas son portales.
  • Pisarás más caca de perro que en toda tu vida, por mirar sólo el scanner.
  • Le darás una clase magistral sobre realidad aumentada a un par de policías, y les explicarás que no, que no hay ningún problema en que estés merodeando cada dos por tres porque allí hay un portal con mucha materia exótica


Los resultados de esta encuesta a jugadores de Ingress resultan muy interesantes:


El 88% afirmaron que habían visitado lugares a los que de otra forma no habrían acudido. El 74% conoció en persona a otros jugadores, y el 29% trabó amistad con ellos. El 93% camina más, un 24% hace más ciclismo, y un 10% incluso ha hecho senderismo o montañismo para alcanzar portales.

No todo es tan bonito, porque el 16% dice que ha quebrantado alguna ordenanza local o reglamento a sabiendas para poder jugar a Ingress. Aquí englobamos pequeños allanamientos, dejar el coche en segunda fila, y otros temas de mayor o menor gravedad. Otro 15% afirma “no estar seguro de no haberlo hecho”, lo que no exime de cumplir la ley.

Un 5% reconocer hacer trampas en el juego, como trucar su posición con el GPS, o mantener abiertas más de una cuenta (“quintacolumnismo”, agentes dobles). Es un porcentaje alto, pero sorprende que haya más gente infringiendo normas reales que normas del propio juego.

El 74% de jugadores han usado el coche para jugar, así que no todo son paseos por el campo o en bicicleta. Es llamativo que un 2% haya tomado un avión para un viaje motivado por Ingress.

Ingress, como he dicho, puede llegar a salir caro. No sólo en combustible o pasajes de aéreos, puesto que un 16% ha comprado algún dispositivo que le ayude en el juego, como baterías adicionales, y un 8% actualizó su teléfono o su plan de datos. Claro está, hay quien no dedica un peso a Ingress, sino que se arregla con lo que tiene.

Resumiendo, que Ingress es un experimento interesante, al que nadie con curiosidad por las posibilidades de la realidad aumentada debería ignorar. Pero con precaución, que engancha y te anima a hacer ejercicio y conocer gente y lugares.

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