domingo, 25 de septiembre de 2016

Primeros pasos

¿De que se trata el juego?


Tomé algunos textos de la web que explican muy bien de que se trata este juego tan distinto a todos los que hemos jugado anteriormente.

Sobre el papel, Ingress es sólo un juego de realidad aumentada. Dos ejércitos de agentes, los Iluminados y la Resistencia, luchan por controlar zonas del planeta. La energía es la Materia Exótica (XM), y gastándola se pueden realizar acciones. La fundamental, conquistar y controlar portales, puntos donde se concentra la materia exótica y que suelen estar en puntos de interés del mundo real, como edificios históricos, plazas, monumentos… o hitos más simples como murales, parques o fuentes.

El control de estos portales se realiza mediante la instalación en el mundo virtual de “resonadores”, objetos que marcan un portal como propiedad de tu facción. Estos objetos virtuales se sitúan en unas coordenadas físicas reales, al igual que sucede con los portales, y para verlos necesitamos mirar en nuestro scanner, nuestro smartphone.

Así contado no tiene demasiado interés. Entonces miras un poco el trasfondo vivo del juego, en constante expansión gracias a las acciones de cientos de miles de jugadores de todo el mundo, y entiendes que Ingress es un juego global, donde las pequeñas acciones de un agente recién llegado pueden tumbar estrategias que grandes fanáticos han estado trazando durante días.

Una misión global

Siendo un recién llegado al juego, probé a realizar las acciones más típicas para un novato. La primera, “hackear” un portal sin dueño: acercarte a menos de 40 metros de uno de estos hitos virtuales y extraer materia exótica y objetos. Una vez que tienes resonadores en tu inventario, toca reclamar ese portal para tu facción.

Para ello, te sitúas físicamente a 40 metros del portal virtual, gracias a la pantalla de tu smartphone convertida en escáner, y pulsas el botón deDEPLOY. Al momento, cualquier otro jugador que esté mirando su escáner o el mapa mundial puede ver el cambio de color de ese portal, ya reclamado.

Lo siguiente es enlazar portales entre sí, para crear “áreas de influencia”. Los ciudadanos que vivan en esas áreas, lo sepan o no, ahora contribuyen al valor de influencia global de tu facción.

Comienzas uniendo portales muy próximos, es decir haciendo links, la distancia aumenta con el nivel del portal. Eso sí, dos links no pueden cruzarse, sean de la facción que sean. De repente, esos pequeños enlaces que has creado impiden que otros agentes comuniquen ciudades entre sí, sólo porque tus pequeños campos justo cortan la línea recta entre barrios, incluso ciudades.


Es más, ese campo empieza a llamar la atención de agentes rivales, que hasta ese momento no se habían percatado de un portal de máximo nivel que había en la zona. Acabas de poner en evidencia una fuente de recursos, donde acude a reponer fuerzas y recoger objetos. Vaya…

Y no todo es construir. Si hay dos bandos enfrentados habrá lucha. Podemos dedicar nuestra materia exótica a atacar los resonadores de un portal enemigo, hasta que caigan, para luego instalar nuestros resonadores y cambiar así su color. Claro está, sufriremos el “daño” producido por los sistemas de defensa instalados en el portal.

La importancia de la comunidad


Ingress es un juego social, donde las interacciones y colaboraciones entre agentes son fundamentales para el progreso de tu facción.¿Qué haces si un agente rival ataca uno de tus portales, y tú te encuentras a 20 kilómetros de allí? Puedes tratar de defenderlo a distancia, cargando energía en los resonadores, pero lo más probable es que la mejor defensa sea la de un agente aliado que esté cerca y te pueda ayudar.

Ese ataque puede romper links que costaron días y días montar, y puede que para recuperarlos necesites pedir ayuda. El sistema de mensajería interno de Ingress hace que los mensajes estén asociados a una facción y a una zona, de tal forma que todos los agentes que se encuentren en un determinado radio puedan leer tus peticiones de ayuda, o tus consejos y recomendaciones.

De esta forma, conoces a agentes aliados que “trabajan” en tu área, y formar parte de la comunidad de agentes es algo instantáneo y directo. Estés donde estés: si haces turismo por cualquier país remoto, no tienes que buscar a agentes de esa zona, tan sólo dejar de saludo y leer sus respuestas. Es típico leer un “hola, estoy de paso, ¿en qué puedo ayudar?”.

 
Ingress requiere constancia, mimos y cuidados


¿Has conquistado un portal? ¿Lo has protegido con escudos y otros mecanismos de defensa? Pues pasa como con las macetas, que son muy bonitas pero si no las riegas las pierdes. Los resonadores poco a poco se van gastando, así que cada cierto tiempo debes consumir tu barra de energía para recargarlos. Por tanto, Ingress requiere cierta constancia o pronto tus progresos se desvanecen.

Puedes pedir a otros agentes un poco de apoyo si vas a estar fuera de juego por un tiempo, pero cada uno tiene su propio plan de juego y áreas de influencia que mantener, así que no te extrañe regresar en unas semanas y ver que tu zona a cambiado a neutral, o lo que es peor, al otro bando.

Aún así, a veces interesa construir y abandonar. Tomar un portal neutral y construir nuevos campos es la forma más eficiente de subir nuestro nivel de agente, obteniendo así más capacidad de maniobra y poder. Así que es habitual construir una red de campos, dejar que se pierdan, y reconstruirlos para ganar más experiencia.

Eso sí, informa a la comunidad de cuál es tu plan, porque puede aparecer algún buen samaritano que se dedique a recargar tus resonadores, cuando tu objetivo es dejar que se apaguen. El diálogo es fundamental.

Tu cerebro trata de asimilar la realidad aumentada


El aspecto social no es el que más te engancha con Ingress, sino el efecto que tiene la realidad aumentada en tu cerebro. Tu parte racional te dice que lo que ves en pantalla es una interpretación de una base de datos de puntos de interés, una serie de eventos que reducen contadores cada cierto tiempo, y una serie de marcadores que puestos a 1 indican que hay un enlace activo. Representado en pantalla con efectos especiales y animaciones poligonales. Cosas así.

Pero hay una parte de tu cerebro que mira las vistas que tienes delante, e insiste en imaginar ese enlace que conecta aquel edificio con la fuente de la plaza que hay más abajo, sitios que conoces a la perfección. Es decir, que trata de fusionar esa virtualidad con la realidad. Ha visto ambas realidades, ha visto como interactúan, e intenta mantenerlas unidas.

Dos bandos disputando territorio


Verdes y Azules. Iluminados y Resistencia. Cada bando con su propio interés. Según el trasfondo del juego, los Iluminados quieren que la humanidad se beneficie de los usos de la materia exótica, y los de la Resistencia no quieren que el control de la materia caiga en malas manos. La decisión se toma antes de empezar y es permanente.

Mientras más dinámico y efímero es el control de los portales más divertido se pone el juego y más rápido sumas AP, puntos que te permitirán subir de nivel. Sin embargo hay zonas donde prevalece uno u otro bando, pero que pueden cambiar si de pronto comienzan a jugar en los alrededores varios jugadores activos y decididos.

Lo peor que puede sucederte es que en tu entorno no haya más jugadores y pocos portales. En este caso te tocará desplazarte o solicitar a Niantic que añadan nuevos portales. No siempre aceptan pero tampoco es algo tan infrecuente, sobre todo en zonas donde escasean.


Un mundo en constante cambio


Niantic Labs, la empresa detrás de Ingress, actualiza cada día material de investigación sobre este particular mundo paralelo al nuestro, con pistas que sólo un puñado de agentes son capaces de descifrar y convertir en códigos. Estos passcodes, utilizados en el escáner, otorgan avances de experiencia, energía y objetos raros. Los mismos se difunde a través de los chats zonales.

Cada cierto tiempo se organizan campañas y eventos especiales. Uno de los eventos más complejos consistente en recolectar y reunir fragmentos de un poderoso objeto, con ambas facciones luchando por todo el para encontrarlos y agruparlos, luchando contra el enemigo, contra el reloj y contra los kilómetros para enviarlos a través de links a portales específicos en el mundo.

Otro evento son las anomalías, que se desarrollan a lo largo de uno o dos meses en distintas ciudades y que reúnen a agentes locales y otros que viajan específicamente. Consiste en disputarse la posesión de grupos de portales en un tiempo determinado. Demanda organización, estrategias, equipamiento y camaradería. Y siempre, más allá de los resultados, concluye con una noche de brindis y festejos.

Según se desarrolla la historia que da sustento al juego pueden cambiar temporalmente algunas reglas, bonus extra de puntos, mayor desgaste de resonadores, mayor cantidad de ciertos items al hackear y también cambios permanentes como nuevos items, modificaciones en las acciones y en la interfaz del juego. ¡Esta dinámica logra que nunca nos aburramos de jugar!


*Este post es una modificación del publicado en http://www.xatakandroid.com/juegos-android/ingress-como-un-juego-de-realidad-virtual-te-cambia-la-vida 


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